Introducción
En el aula, no es raro encontrarse con estudiantes que parecen haber perdido el interés por aprender. La desmotivación puede tener muchas causas: problemas personales, falta de confianza, métodos de enseñanza poco atractivos o simplemente el no encontrarle sentido a lo que se enseña. Sin embargo, detrás de cada alumno desmotivado hay una oportunidad de reconectar con su curiosidad y entusiasmo. La motivación no es algo que se impone, sino que se cultiva con empatía, estrategias adecuadas y, sobre todo, con una mirada que vea más allá del rendimiento académico. En esta entrada te compartimos ideas prácticas y reflexiones para encender nuevamente esa chispa en tus estudiantes y ayudarlos a descubrir su potencial.
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